martes, 19 de julio de 2011

Guías de Banqueta I

Mi propósito era escribir algo que me saliera del corazón, muchos temas pasaron por mi mente pero solo uno puede ser tan amado y valorado por mí como para darle un lugar en mi ventrículo superior derecho. Yo me confieso como gourmet de banqueta, eufemismo necesario para encubrir mi pecado ante mamá que ha cocinado una fantástica sopa de hongos, y tras esa confesión se esconde un profundo amor a la cultura mexicana y por supuesto a la comida.

El recorrido empieza donde todo debió comenzar: en la fe; y termina en una deformación extraña de ella, es decir, en las fiestas patronales. Perdono algunos de los crímenes de la Iglesia Católica porque gracias a esta institución podemos disfrutar de una feria o celebración casi todos los días del año. Para muestra basta ir a Tlaxcala cualquier domingo que se le ocurra, siempre encontrará una calle cerrada con manteados amarillos y azules que se acompañan del olor a mole o a carnitas. Si corre con mucha suerte también podrá treparse a la placita de toros armada para ver algún pequeñajo que muere en manos de un Ilustre Desconocido, triunfador en San Pablo de las Miserias y quien quita, quizás hasta le inviten al mole. Yo he dejado la Agenda Molera de lado, me di cuenta que no es necesario gastar tanto dinero para llevarse un buen chasco taurino y de paso comer mole. He optado por seguir el santoral dentro de mi ciudad.

Hay dos fiestas que ofrecen cumplir cualquier antojo, Corpus Cristi y La Fiesta del Carmen. La primera se instala en el Parián y para mí, que “viví” tres años en la calle paralela, el jueves de Corpus era una parada obligada. Este año se me fueron un poco las fechas y cuando me dí cuenta que venía la festividad era porque ya estábamos en jueves de Corpus. Me cambiaron un poco los planes, pues tuve que decidir entre una orden de chalupas y un helado con mis hermanos. Pedí paleta de piña con alfalfa.

Guía para disfrutar las chalupas el Jueves de Corpus:

Primero debe asegurarse de que las chalupas sean lo que más se le antoja, de lo contrario terminará comiendo tacos al pastor, hot cakes y tepache sin esperarlo. Sea fuerte, resista a la tentación y espere mis próximas guías. En segundo lugar, recuerde que son tres calles enteras de puestos, lo que se traduce en aproximadamente 8 puestos de chalupas, entre los que deberá elegir como sigue:

  • · Cantidad no es calidad, no se deje engañar por el puesto con más chalupas en el comal.
  • · Huela las salsas desde lejos, el secreto de una chalupa sabrosa está en la calidad de la salsa.
  • · Vea el comal, no debe estar ennegrecido.
  • · Observe las uñas de la chalupera, no queremos infecciones gastrointestinales.
  • · Evalúe las expresiones de los clientes, si les gusta es más probable que a usted también.
  • · Por último, asegúrese de que las chalupas se doren en la manteca. No es lo mismo cocerse en grasa caliente que remojarse en grasa fría.

Ahora bien, pregunte el precio, tome asiento, pida su orden y encomiéndese con quien desee para que el crimen no se refleje en su conteo de triglicéridos y de colesterol. Si tiene sed, el maridaje perfecto es un Barrilito de durazno o de piña.

El barrio de El Carmen me sabe a familia. Puede ser la tradición que me llega desde papá o porque es un bello lugar para caminar acompañada. A diferencia de las primeras calles del centro, que me gustan para disfrutarlas acompañada solo de un café del OXXO y un libro nuevo. Ahí entra el suspiro.

Guía para probar todo lo que quiera un 16 de junio (sin morir de hiperglucemia)

  • · La mejor estrategia es acompañarse de algún amigo sin vergüenza y con mucho dinero.
  • · Siempre es mejor recorrer todos los puestos antes de decidir en cuales va a comer.
  • · Haga una lista mental de lo que se le antoja, evalúe los puestos que venden eso y compare calidad del producto, precio e higiene –pero no se ponga fresa con este último punto-.
  • · Decida qué y en cuales puestos comerá, diseñe un recorrido en el que el tiro con rifle quede justo a la mitad como una parada para el esparcimiento.
  • · Es una buena idea compartir lo más posible, así todos prueban lo que se les antoja y no se atenta contra su capacidad gástrica.
  • · Tenga mucho cuidado con los hot cakes y los plátanos fritos, cuando le pregunten: ¿con todo, joven? Deténgase a preguntar: ¿qué es todo?, porque ese todo es más o menos esto: mermelada, leche condensada –o lechera-, granillo de “chocolate”, galletas marías y en extraordinarias ocasiones un bombón cubierto con jarabe de chocolate. Mejor absténgase.
  • · Tome en cuenta los precios; como buenos mexicanos, el precio de feria es aproximadamente el doble del precio justo. Está bien que estamos de fiesta, pero que no abusen.
  • · Evite comer cosas que puede encontrar cualquier día del año en cualquier otro lugar.

Después de esto, evite los carbohidratos y las carnes rojas por unos tres días.

Espero que mis consejos les sirvan, queridos lectores. Ser gourmet de banqueta no es un pecado ni una sentencia a muerte, solo hay que tener ciertas precauciones y una panza de burro.

Recuerden: la comida de mamá nunca sabrá como la que compramos en la calle, pero está hecha con cariño y unas manos limpias.

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