Eso de bailar sola ya me está cansando, mis tacones necesitan dos suelas para hacer cuatro puntos que presionen el piso que se mueve bajo una capa de polvo y chicles de sabores: fresa, menta, clorofila, ginseng, frutas del bosque y algunos para dejar de fumar. Mis piernas quieren saltar de contento para intentar sentir lo que se siente volar, y gritar, y llorar en seco y morir para resucitar de buenas. Bailar hasta que mis huesos se entierren en el pasto y surja de ahí un árbol de manzanas moradas o negras, bueno ya, una mata de zarzamoras y frambuesas.
Y aunque baile acompañada no es con quien quisiera... TU Y TUS MAMADAS!!!
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